Siendo la logística inversa un servicio cada vez más demandado, impulsado por los requerimientos de los clientes y por características propias de los productos, es necesario incluir la posibilidad de su realización, tanto al momento de presupuestar una operación logística, como a la hora de analizar la disponibilidad de los medios necesarios para llevarla a cabo.
Considerar el tema de logística inversa como un simple ítem dentro del concepto global que comprende al transporte, la logística y la distribución, nos llevará ineludiblemente a cometer un error conceptual con implicancias operativas y económicas muy costosas.
Este aspecto no era considerado como prioritario al momento de evaluar los costos operativos de las operaciones logísticas y su incidencia en las propuestas comerciales, pero ante el incremento y complejidad de esta modalidad, se hace imprescindible considerarlo como un ítem con características propias y costos diferenciados de la logística directa.
Este aspecto no era considerado como prioritario al momento de evaluar los costos operativos de las operaciones logísticas y su incidencia en las propuestas comerciales, pero ante el incremento y complejidad de esta modalidad, se hace imprescindible considerarlo como un ítem con características propias y costos diferenciados de la logística directa.
Un universo en expansión
Indudablemente que los avances tecnológicos han generalizado programas logísticos cuya inelasticidad y limitaciones a la introducción de cambios “sobre la marcha”, tanto por las empresas cargadoras como por las receptoras, han generado un incremento sustancial de los casos de logística inversa sobre la mayoría de las mercaderías involucradas dentro del universo que comprende el abastecimiento cotidiano en todo el territorio nacional.
Ya no se trata sólo de los productos perecederos, por cuyas características y limitaciones temporales de consumo, formaban un grupo cuya logística inversa iba acompañada inexorablemente con la entrega directa original de productos de la misma categoría.
Actualmente, todo tipo de mercaderías es pasible de formar parte de esta operatoria y esto se debe a aspectos atribuibles a los más diversos factores, por responsabilidades compartidas entre los cargadores y receptores, entre los que podemos destacar: deficiencias de embalajes, códigos cruzados o inexistentes, pedidos duplicados, proximidad de fecha de vencimiento, órdenes de compra vencidas o inexistentes, falta o error de identificación, diferencias de calidad, tamaño, color o características propias de los productos, entre lo requerido por el cliente y la provisión del proveedor.
Ya no se trata sólo de los productos perecederos, por cuyas características y limitaciones temporales de consumo, formaban un grupo cuya logística inversa iba acompañada inexorablemente con la entrega directa original de productos de la misma categoría.
Actualmente, todo tipo de mercaderías es pasible de formar parte de esta operatoria y esto se debe a aspectos atribuibles a los más diversos factores, por responsabilidades compartidas entre los cargadores y receptores, entre los que podemos destacar: deficiencias de embalajes, códigos cruzados o inexistentes, pedidos duplicados, proximidad de fecha de vencimiento, órdenes de compra vencidas o inexistentes, falta o error de identificación, diferencias de calidad, tamaño, color o características propias de los productos, entre lo requerido por el cliente y la provisión del proveedor.
Proceso con reglas propias
El tratamiento de las mercaderías que forman parte del proceso de logística inversa, obliga a las empresas de distribución a generar procesos administrativos y almacenamientos temporales con características propias que, por lo excepcional y su variedad, conlleva tareas adicionales a la operación normal y regular. Los sistemas de gestión, tanto comerciales como logísticos, deben articular contactos cada vez más frecuentes y complejos para atender los problemas que origina la cadena de devoluciones no programadas, cuya causa-efecto genera el tema que nos ocupa.
Esta problemática se acentúa cuando el destino original de las mercaderías, que con posterioridad formarán parte de la operatoria de Logística Inversa, se encuentra en el interior del país, por cuanto muchas de las unidades asignadas para la entrega directa no están preparadas para dicho operativo, o bien deben cubrir compromisos asumidos de retorno que no contemplan alternativas de devolución por motivos ajenos a sus responsabilidades de traslado. Es allí donde los operadores logísticos deben articular sistemas de recuperación, preparación, almacenamiento y posterior devolución de las mercaderías rechazadas por los clientes.
Esta problemática se acentúa cuando el destino original de las mercaderías, que con posterioridad formarán parte de la operatoria de Logística Inversa, se encuentra en el interior del país, por cuanto muchas de las unidades asignadas para la entrega directa no están preparadas para dicho operativo, o bien deben cubrir compromisos asumidos de retorno que no contemplan alternativas de devolución por motivos ajenos a sus responsabilidades de traslado. Es allí donde los operadores logísticos deben articular sistemas de recuperación, preparación, almacenamiento y posterior devolución de las mercaderías rechazadas por los clientes.
Es indudable que la ejecución de las devoluciones a los diferentes cargadores origina serios problemas logísticos, toda vez que, por la variedad de productos (muchos de los cuales son incompatibles entre ellos para compartir espacios comunes de traslado) y cantidades significativamente inferiores a los volúmenes recibidos de origen, merezcan habilitar unidades específicas para este cometido.
Otro aspecto relativo a la logística inversa está relacionado con el flujo y retorno de los pallet (tarimas) que contienen las mercaderías transportadas. Si bien existen empresas que ofrecen servicios específicos para este rubro, no deja de ser un aspecto generador de conflictos entre cargadores y receptores de mercaderías y donde las empresas logísticas se ven involucradas a fin de operar con verdaderos sistemas de clearing entre sus clientes.
Luego de este análisis, concluiremos entonces que la logística inversa debe ser considerada como un rubro con características propias dentro del contexto de la actividad del transporte, almacenamiento y distribución.
Otro aspecto relativo a la logística inversa está relacionado con el flujo y retorno de los pallet (tarimas) que contienen las mercaderías transportadas. Si bien existen empresas que ofrecen servicios específicos para este rubro, no deja de ser un aspecto generador de conflictos entre cargadores y receptores de mercaderías y donde las empresas logísticas se ven involucradas a fin de operar con verdaderos sistemas de clearing entre sus clientes.
Luego de este análisis, concluiremos entonces que la logística inversa debe ser considerada como un rubro con características propias dentro del contexto de la actividad del transporte, almacenamiento y distribución.
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