Se recomienda construir organizaciones enfocadas al cliente y con mejor servicio, analizar a fondo el mercado y encontrar al socio adecuado. Una red de distribución más madura es la clave del negocio logístico.
Cuando la economía cayó en recesión, la disminución catastrófica de las ventas forzó a la mayoría de las compañías a reestructurar drásticamente sus cadenas de suministro, mediante recortes de personal, disminución de inventarios y cierre de localidades. Actualmente, muchas compañías todavía luchan contra los efectos de la crisis económica, aún tienen exceso de inventarios y clientes insatisfechos.
Mientras la economía global se abre camino lentamente a una recuperación en medio de cambios fundamentales en los valores sociales y los mercados globales, es claro que la gestión de una cadena de suministro responsable y flexible es esencial para lograr ventajas competitivas en una “nueva y desconocida realidad”.
Las operaciones de logística representan la espina dorsal de la cadena de suministro, al gestionar el flujo de materiales, información y otros recursos, incluyendo energía y gente, entre el punto de origen y el punto de consumo con el fin de cumplir con los requerimientos y necesidades del cliente. La logística integra información, transporte, inventarios, almacenes, manejo de materiales y empaques. La reducción del ciclo de vida de los productos exige estrategias de venta más agresivas a mayor volumen, para asegurar que éstos lleguen a más clientes de forma más rápida. Eso sucede con la demanda de calidad consistente de los artículos: mientras el consumo se vuelve más global, las cadenas de suministro deben ser diseñadas a manera de que los productos sean consistentes en cualquier parte del mundo, lo cual aumenta el comercio.
Las compañías enfrentan importantes desafíos en la gestión de sus operaciones logísticas, y deben tomar en cuenta todos los factores de influencia posibles para afrontar los diferentes retos del mercado que se les presenten, a través de un modelo de distribución que les permita operar de la manera más eficiente para poder cumplir con los requerimientos de niveles de servicio al mejor costo posible, de acuerdo con sus objetivos estratégicos a corto, mediano y largo plazos.
La distribución y la logística representan un factor de influencia mayor en los costos de la cadena de suministro y por ello se consideran áreas clave del negocio para determinar el éxito de la compañía.
De acuerdo con un estudio de tendencias de logística desarrollado por PWC, los costos de transportación seguirán siendo en el futuro un criterio predominante al determinar dónde localizar los sitios de producción, y la minimización del consumo de energía será un criterio vital en el diseño total de la cadena de suministro. Asimismo, se deberán tomar en cuenta los costos de energía y emisiones de carbono relacionados con los procesos de logística.
Finalmente, en el futuro no habrá un retroceso en la globalización, pero muchas redes de abastecimiento estarán establecidas a nivel regional. Mientras la globalización continúa y la población crece, las cadenas de suministro tendrán más y más presiones significativas, como la capacidad de la infraestructura del transporte.
En muchas regiones, la capacidad de la infraestructura del transporte ya es inadecuada, está sobrecargada o es obsoleta. Es así que es muy cuestionable si la inversión será suficiente para satisfacer la demanda en el futuro
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